El fenómeno ovni en México, está inmerso en un mar de incertidumbre, y hoy día vive semi ahogado en el desprestigio, y asaltado por intereses económicos de tipo personal, y empresarial.
La agobiante mayoría de los interesados en investigar el fenómeno; no tenemos los medios suficientes para hacerlo; porque somos personas que vivimos de nuestra profesión, u oficio; sin muchos excedentes de recursos, y sobre todo falta de tiempo. Esto motiva que pasemos a formar parte de un grupo de gente expectante, que trabaja en escritorio, y analiza "datos de campo" aportados por otros.
Hay personas que se auto nombran "Ufólogos", y que gozan de presupuesto que proviene del apadrinamiento de cadenas de TV, o de contratos con editoriales; los cuales podrían hacer un trabajo de "campo"y de laboratorio u oficina más consistente. Lamentablemente los resultados de estas investigaciones, sufren el cautiverio y la predisposición a conformar un producto, que sea interesante para un público consumidor.
De esta forma, se recupera la inversión de los patrocinadores.
Un ejemplo de estos casos, es el del periodista Jaime Maussan de México, que es capaz de aceptar material como evidencia del fenómeno, que no pasa la prueba más sencilla de investigación del mismo.
México es un gran productor de casos y fotografías de ovnis, las cuales son exhibidas por sus promotores, como evidencia real del fenómeno. Una sencilla revisión, como la observación de los colores de los pixeles que corresponden al “cuerpo” del supuesto ovni en la fotografía, hacen desechar la imagen como evidencia real; dado que es muy notorio cuando un cuerpo es “coloreado”, y aparece como un "pixel gigante" de un mismo color. Sin embargo los vendedores de ovnis, las siguen exhibiendo como evidencias del fenómeno, ya en televisión, documental o revistas impresas.
"El caso Maussan" es algo “imprescindible”, cuando se habla de Ufología en México; y son variadas las formas en que se le nombra en los medios; desde comunicador, divulgador, e incluso investigador, siendo esto último algo verdaderamente injusto; ya que no cumple en modo alguno con los procedimientos o metodología inherentes a un trabajo de investigación, y al parecer no practica lo que se podría llamar… la buena ética.
Entre algunos ejemplos fraudulentos del periodista, se pueden listar:
- El apadrinamiento a Carlos Díaz, “El contactado de Tepoztlan”, y el fraude de fotos y videos.
- El agrograma de Chimoltón, como prueba de comunicación de los extraterrestres.
- El apadrinamiento al pseudo contactado Jonathan Reed.
- El caballo extraterrestre volador.
Con este tipo de manejo de casos e informaciones sobre ellos, de parte de los "investigadores” profesionales, no es de extrañar el que los casos de ovnis (objetos voladores no identificados), observados y fotografiados limpiamente, no tengan una acogida y el tratamiento adecuado que se merecen.
De hecho personas tan respetables como el Capitán Alex Frantz (México), que se encarga particularmente de sacar a luz las maniobras y resbalones de Jaime Maussan, hace muchos años en una entrevista que dio en Puerto Rico, afirmó de manera campante; que sus hijos recibían vistas extraterrestres (con todo y mensaje ecológico), de la manera más natural, y como si fuese cosa de recibir a una pareja de misioneros mormones en nuestra casa.
Concluyendo; por un lado, tenemos en México a los investigadores que prestan sus servicios a las universidades; que tienen el conocimiento propio del método a seguir en una investigación, y también tienen acceso a equipo apropiado, pero cumplen funciones específicas en su materia, y ven con actitud generalmente desenfadada, y de poco interés el fenómeno ovni.
Por el otro lado, tenemos a "investigadores profesionales", que solo les interesa sacar provecho económico de los eventos, cuando los hay, y cuando no... los inventan. Finalmente tenemos casos genuinos de avistamientos, los cuales se pierden en un mar de mentira, falsificaciones y fraudes.
De hecho personas tan respetables como el Capitán Alex Frantz (México), que se encarga particularmente de sacar a luz las maniobras y resbalones de Jaime Maussan, hace muchos años en una entrevista que dio en Puerto Rico, afirmó de manera campante; que sus hijos recibían vistas extraterrestres (con todo y mensaje ecológico), de la manera más natural, y como si fuese cosa de recibir a una pareja de misioneros mormones en nuestra casa.
Concluyendo; por un lado, tenemos en México a los investigadores que prestan sus servicios a las universidades; que tienen el conocimiento propio del método a seguir en una investigación, y también tienen acceso a equipo apropiado, pero cumplen funciones específicas en su materia, y ven con actitud generalmente desenfadada, y de poco interés el fenómeno ovni.
Por el otro lado, tenemos a "investigadores profesionales", que solo les interesa sacar provecho económico de los eventos, cuando los hay, y cuando no... los inventan. Finalmente tenemos casos genuinos de avistamientos, los cuales se pierden en un mar de mentira, falsificaciones y fraudes.
G. Munguía.
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